Nos encontramos con cocina pequeña y abierta, con poca luz natural, con rincones, con tiradas y con poco espacio de distribución.

La elección de cualquiera de sus elementos es lo más importante; colores, decoración, tipo de mueble, y si a su vez queremos optimizar el almacenamiento, conseguiremos a hacer una cocina confortable.

Evitaremos la mezcla de muchos materiales, colores y texturas diferentes en el suelo, paredes o muebles de la cocina.

Es preferible contar con un ambiente algo más homogéneo y limpio visualmente, sin elementos recargantes. Y por supuesto, no olvidar el blanco, un aliado precioso para dar brillo y sensación de espacio.

Al ser abierta, lo más recomendable es hacer coincidir el color de las paredes de la cocina con la sala de estar, para crear una unidad visual.

Evitaremos los muebles de columnas para tener más espacio de encimera, un detalle muy valioso en cocinas pequeñas.

En cuanto a los tiradores, preferiblemente integrados, de uñero, sistema gola, o similar, para que no sea un elemento que estorbe al circular por la cocina.

Por otro lado, no hay que olvidar que los muebles altos hasta el techo son una buena manera de aprovechar ese espacio casi inútil, que se llena de suciedad. Es ideal para esas cosas que menos se utilizan, aunque haya que usar una escalera.

Por ultimo incluiremos cajones y caceroleros, siempre que sea posible, y accesorios organizadores para los interiores de los muebles. Cuberteros, divisores, soportes y cualquier otro artilugio que ayude a tener todo más ordenado.

Consiguiendo así una cocina práctica y confortable.